martes, 11 de octubre de 2016

LA SEMANA DEL EMPRENDEDOR

LA SEMANA DEL EMPRENDEDOR, POR MUY BUEN CAMINO, AHORA TENDRÁ QUE IR A OTRO NIVEL.
El equipo de FC ha visitado la SEMANA DEL EMPRENDEDOR, y hay varios temas que nos interesaron y que forzosamente se ligan a nuestro desempeño como firma.
A diferencia de la primera feria a la que asistimos que fue hace cuatro años, se  observa un evento robusto y una participación muy activa, incluso muchos jóvenes curiosos y muy interesados en la innovación. Desde magníficos stands, y emprendedores  de muy variadas áreas que de seguro fueron muy importantes para la concurrencia.
Debe darnos un gusto enorme que la cultura de la innovación se permeé, porque eso da en los individuos la posibilidad de pensar que efectivamente, se vale tener una idea y llevarla a cabo. Estoy convencida que la única forma en la que los ninis dejen de serlo y que México tenga futuro es mediante la creatividad y la inventiva.
Fue muy interesante ver las mesas de innovación, y los enormes deseos de hacer  la diferencia. Es maravilloso que éstos mexicanos emprendedores quieran comerse el mundo a puños. Pero la directriz es perfectible. La evolución de este evento tiene que ir al siguiente nivel. ¿Qué significa esto? Presencié algunas ponencias, y a pesar de que los conferencistas hicieron su mejor esfuerzo, al menos, lo que me tocó ver me pareció muy básico. No en las áreas donde empresas como Google, Facebook y otras ofrecían las pláticas en sus stands; pero si en las ofrecidas por el evento mismo. Creo que debe haber talleres prácticos y no creo que los empresarios estén todavía en la etapa de explicarles conceptos elementales de negocio. Me di cuenta, por  los comentarios de la gente, por las preguntas finales de las pláticas, y porque en general, los salones estaban a reventar, que había quien quiera conocer detalles más a fondo sobre planes de negocios, modelos de negocios, temas financieros, recursos humanos, o bien el soporte legal que de haberse tratado más a profundidad, pudieron haber superado las expectativas de los asistentes.
Yo pienso que en este país existen consultores especializados que podrían involucrarse más en el desarrollo de los temas de interés, desde cómo poner  la primera piedra de su negocio; por ejemplo, qué es lo relevante en un estado financiero, cómo proteger los intangibles, cómo saber si mi negocio es rentable o cuando invertir en un negocio.

De cualquier manera, mi punto de vista es cuestionarnos sobre qué sigue para los emprendedores de éste país. Ingeniosos somos, ahora, toca como pulimos esa chispa y la usamos para poner en marcha nuestras ideas de la manera más eficiente y con los menores errores posibles.

viernes, 3 de junio de 2016

TraspasemosFronteras


Las diferencias básicas entre franquiciar en méxico y hacerlo en los estados unidos
“Todos los imperios del futuro van a ser imperios del conocimiento, y solamente serán exitosos los pueblos que entiendan cómo generar conocimientos y cómo protegerlos[…] Los otros países se quedarán con litorales hermosos, con iglesias, minas, con una historia fantástica, pero probablemente no se queden ni con las mismas banderas, ni con las mismas fronteras, ni mucho menos con un éxito económico”. Albert Einstein
Efectivamente el conocimiento, se ha convertido en un nuevo factor de producción al lado de la tierra, el trabajo y el capital. Así una forma de explotación del conocimiento que traspasa las fronteras en el mundo, sin que las conquistas sean como en el pasado a través de la bayoneta, son los insumos de propiedad intelectual que generan consecuencias económicas a quienes los poseen y los replican en cualquier lugar del mundo.
Habría incluso que preguntarse si el concepto de soberanía debiera actualizarse, por el debilitamiento de las fronteras que genera el comercio internacional, incluyendo los modelos de negocios y la tecnología que nos colocan en un plano mundial distinto al conocido apenas hace algunos años.  Y es que no podemos dejar de pensar que la tecnología es un objeto de tráfico jurídico desde el momento en que los bienes de propiedad intelectual son susceptibles de apropiación, por lo que, podemos concluir que la transferencia tecnológica es un negocio jurídico.
Pero, ¿Qué es la tecnología?, sencillamente es la aplicación de la ciencia o la técnica a un uso común. La tecnología no implica siempre ciencia, como podría serlo preparar un pastel, no es ciencia, pero puede ser una receta secreta o secreto industrial. Hablar de tecnología es hablar de la aplicación del conocimiento científico o técnico a tareas prácticas; consiguiendo así que el conocimiento organizado tenga una influencia en su rendimiento.
En este marco conceptual, aparecen las franquicias como modelo legal y económico, que se distinguen del contrato de distribución porque contiene elementos inmateriales o de propiedad intelectual para ser explotados de forma comercial, es decir, transferencia tecnológica. Es por esto que, para lograr un adecuado contrato de franquicia, el franquiciante debe transmitir al franquiciatario el secreto empresarial (know-how) correspondiente o el cómo hacerlo.

viernes, 27 de mayo de 2016

El estado de la innovación en México


El pasado 8 de marzo, la revista Forbes se centra en 5 puntos para fomentar la innovación en México. Y es cierto, en México se tienen mínimos niveles de inversión en ciencia y tecnología, dejando de lado el aumento de la competitividad.

Como consultores en Propiedad Intelectual vemos que, el fomento a la innovación, va más allá de políticas públicas que generen inversión en alianza con el sector público y privado. Eso, está muy bien, pero, no creemos que sea suficiente, porque no hay cultura ni entendimiento sobre el alcance de la Propiedad Intelectual. La educación sobre la importancia en la innovación, debe ser para que desde niños, se enseñe en este país la relevancia de la creatividad y la innovación, y la relevancia o el valor que tiene. Como guías a quienes desean entrar en el campo de protección de las innovaciones, nos damos cuenta de la cerrazón en todos los ámbitos. En general, se cree muy poco en el sistema de patentes y mientras no haya una correlación entre la invención, la patente (u otra forma de protección) y la comercialización del producto, será muy difícil cruzar a la otra orilla.


En el ámbito privado, el inventor solitario cree haber encontrado el hilo negro. No quiere que ninguna empresa explote su invento porque está seguro que “se lo van a tranzar”. En el ámbito empresarial, los directivos están tan ahogados en temas como el fiscal, que no tiene incentivos para deducir impuestos con temas de innovación, que como “¿Por qué gastaríamos en proyectos que no nos redituarán a corto plazo, si hay que pensar en desahogar el día a día? “. Muchas veces, incluso a favor de inventores solitarios, nos hemos acercado a empresarios medianos y grandes para que se vean favorecidos de la comercialización de una patente, y la realidad es tristísima, que va desde él afirmar que no interesa, a “no sabemos cómo canalizar una invención”.


En el círculo de universidades públicas es un poco mayor la apertura, pero sus instituciones son tan burocráticas, que cuando nos hemos tratado de acercar, nuestro máximo esfuerzo se queda en concientizar a la gente en las aulas o en algún auditorio, pero no fortalecen sus políticas de Propiedad Intelectual para lograr proteger las invenciones a nivel institucional. De hecho, universidades públicas y privadas en México, exigen a sus investigadores y alumnos cierto número de publicaciones anuales relacionadas con innovación. La triste realidad es que se publican ideas valiosísimas cuya patentabilidad no se inicia en el transcurso de un año perdiendo novedad y cayendo al dominio público. Siendo carne fresca para los países desarrollados que se dedican a cazar proyectos innovadores o no registrados para explotarlos o hacerlos propios con algunas mejoras, porque ellos si entienden el valor de aquello que nosotros como mexicanos estamos tirando al suelo. De manera que una política pública de innovación, tendría que cambiar incluso la forma de pensar que tenemos con relación a la Propiedad Intelectual en todos los niveles que requieren echar mano de ella.